Este domingo, María Paz Corvalán, médica de la Comisión Tabaco de la Sociedad Chilena de Enfermedades Respiratorias, SER Chile, desestimó toda teoría alusiva a los beneficios de la nicotina para evitar contagios de COVID-19.

En el contexto del “Día mundial sin tabaco”, que se conmemora cada 31 de mayo, la entidad incluso fue más allá y planteó los riesgos asociados al consumo de tabaco para personas que se encuentran diagnosticadas con coronavirus, recordando que la propia Organización Mundial de la Salud, OMS, ya aclaró que los adictos al cigarrillo corren mayor riesgo de infección por el virus debido a la permanente acción que involucra este hábito de llevarse las manos al rostro, actualmente reconocida como la principal forma de contagio.

Corvalán, coordinadora de la Comisión Tabaco de SER Chile, apeló a un estudio francés que sugirió un supuesto efecto protector de la nicotina, recomendando el uso de parches para dejar de fumar, como un mecanismo de acción contra el SARS-CoV-2.

“Esto fue ampliamente difundido y ha producido comentarios en varios medios nacionales. Si bien se están llevando a cabo varias líneas de investigación al respecto, es extremadamente arriesgado y dañino para la población general afirmar que ‘el tabaco es bueno para el coronavirus’”, dijo.

“Es importante considerar que el consumo de cigarrillos tradicionales, tabaco, pipa de agua, cigarrillos electrónicos o IQOS aumentan el riesgo de las enfermedades crónicas no transmisibles, como enfermedades pulmonares obstructivas crónicas (EPOC) o que afecten al sistema cardiovascular (infarto del miocardio). Los sistemas pulmonares y cardiovasculares son muy afectados en personas infectadas con COVID-19, y por tanto la hipótesis de usar cigarrillo electrónico o IQOS para reducir el daño por coronavirus solo tiene el riesgo de causar más daño al paciente”, enfatizó.

Adicionalmente, la profesional de la salud recalcó que la “OMS ha afirmado recientemente que los fumadores de tabaco tienen mayor riesgo de contagio de coronavirus, ya que aumenta la transmisión mano boca. Evidencia científica reciente muestra que fumar aumenta en forma significativa el riesgo de progresión de la enfermedad hacia la gravedad e implica 2.4 veces más posibilidad de ingreso a UTI, necesitar ventilador mecánico o morir, en comparación con no fumadores”.

“También se ha documentado aumento de necesidad de oxígeno y mayor riesgo de neumonía en los pacientes con EPOC y que han sido fumadores. En efecto, un estudio realizado por el European Center for Disease Control and Prevention (ECDC) evidencia que fumadores y pacientes EPOC presentan niveles aumentados del receptor del SARS- CoV- 2 (ACE II) en células del epitelio bronquial, que es precisamente la vía de entrada a la célula del coronavirus, y la sustancia que activa estos receptores es la nicotina”, dijo luego.

“Actualmente la industria tabacalera aprovecha la pandemia COVID para desarrollar estrategias oportunistas, como promover los cigarrillos electrónicos e IQOS como productos que ‘reducen el daño’. La Sociedad Chilena de Enfermedades Respiratorias recomienda realizar estudios científicos, sin conflictos de intereses, para enfrentar esta grave pandemia, lo que no significa que en la necesidad de descubrir rápidamente un tratamiento efectivo para COVID-19, se difunda información de manera apresurada, confundiendo a la población”, concluyó la especialista.