Procesión en honor al santo cruzó desde Capilla Reina Norte hasta cancha San Luis.

Peregrinó por los campos de Colina, acompañado por cerca de 300 jinetes, regando las creencias de los vecinos que salieron a la calle para ver pasar la imagen de San Isidro.

La procesión del Labrador se mantiene vigente en la comunidad y este año estuvo acompañada, al igual que el Cuasimodo, por la fé intacta, luego de dos años sin tenerla a causa de la Pandedmia.

Los devotos de San Isidro iniciaron su recorrido desde Reina Norte, donde luego que el Diácono, Francisco «Panchito» Carreño, avisara, con las campanadas respectivas y características, el peregrinar con dirección a la cancha San Luis, lugar donde fue la misa final, presidida por el padre Jorge Osorio, de la parroquia de Esmeralda.

La procesión pasó por REina Norte, lugar donde inició, Reina Sur, nueva Colina, Concepción, Fontt, Alpatacal, Santa Filomena y San Luis.

Al finalizar en San Luis con una enorme eucaristía, la alcaldesa de Colina, Isabel Valenzuela, expresó: “Me impacta y me emociona mucho la fe de la gente, como en esta peregrinación; no les importa el clima, no les importa el horario, les importa el sentido de la fe, reunirnos en comunión y pidiéndole al buen Dios que les dé salud, trabajo y bienestar y donde otra cosa que me impacta, es la cantidad de niños, niñas y mujeres que corren en esta procesión, donde esperamos que ojalá sirva para que llueva en nuestra Provincia de Chacabuco».