Somos feos, pero buenas personas.

Existe una canción que dice: «Que se mueran los feos» u otra que lisa y llanamente dice «Soy Feo pero Rico Rico», pues bien, algo debemos tener los feos que hasta día internacional tenemos. En esta nota te explicamos el por que de este particular festejo.

No obstante, en la categoría de lo feo, en su concepto más próximo recita lo siguiente: «algo que no resulta agradable de contemplar u observar y que provoca rechazo o se considera negativo», entonces entendemos que lo feo no sólo se reduce a las personas. Entre lo absurdo y lo peculiar se encuentra una celebración «a las personas feas»

No existe a quien responsabilizar acerca de la existencia de este día. Imaginamos que alguna persona navegando por el internet o incluso antes pensó que las personas poco convencionales estéticamente debían tener su propio día, así que postuló celebrar el día del feo. La fecha elegida para festejar el día del feo sería el 22 de febrero, algunos días después del 14 de febrero, día de los enamorados. ¿Curioso no?.

Lo cierto es que el día no está oficializado y no hay certeza de que se realicen celebraciones alrededor de esta fecha pues ¿Quién así mismo se cataloga como feo?
Así, según los datos navegados para encontrar respuesta a la intriga hasta ahora se sabe que el Día Internacional del feo es el 22 de febrero. ¿Según quién? Hasta hoy tendremos la incógnita. Lo más cercano sobre el origen de dicho festejo es que se pudo haber decretado por el Comité Internacional de la Estética y la Cosmetología en 1995.

Aunque la búsqueda de belleza parece haber llevado a la humanidad hacia caminos insospechados, contrario a lo que se puede creer, la belleza no siempre es igual a mejorías en la vida, ya la ciencia ha señalado en múltiples ocasiones que las personas con una apariencia que no sigue la norma social aceptada o «fea» suelen tener mejores relaciones interpersonales, provocan menos intimidación y reciben mejor los halagos mientras que las personas guapas o con una belleza estereotípica
suelen desconfiar de los elogios.